Bernat Alcalá Tello
¿Cómo empezaste en la música? Y ¿Por qué en el Ateneo?
Empecé a los 6 años en la escuela del Ateneo Musical de Cullera y bueno, como diría la gente mayor, lo llevaba en la sangre. Mi familia ha estado involucrada con la Sociedad toda la vida. Mi madre siempre ha estado allí, incluso fue Presidenta de la Sociedad durante 9 años, la primera mujer en ocupar este cargo. Mi hermana tocó el violín durante unos años aunque luego lo dejó. Y actualmente tengo dos primas que están en la junta directiva también, así que creo que es una cadena que nunca va a parar!
¿Qué instrumento tocas y por qué lo elegiste?
Toco el clarinete desde siempre, aunque a mí lo que me gustaba era el saxo. Lo que pasó es que cuando empecé no habían saxos en ese momento, solo saxos tenores. Claro, yo era casi igual de grande que un saxo de aquellos, así que era imposible que pudiese coger un saxo tenor. Así que me dijeron: “niño, coge el clarinete que es parecido, y cuando hayan saxos te pasas”. Yo cogí el clarinete y me fui a casa desilusionado, aunque tengo recuerdos de llegar a casa y abrir y cerrar el maletín, oler la madera, las llaves… A mí solo me dieron el clarinete y me dijeron: “la semana que viene empiezas”, entonces me dediqué esa semana a abrir la caja y cerrarla porque no sabía hacer otra cosa.
Al año hubo un saxo disponible, pero yo ya sabía tocar 4 ó 5 notas seguidas así que cuando me propusieron el cambio yo dije que no. No quería volver a empezar ahora que ya sabía tocar 4 notas! Y así fue, llevo toda la vida tocando el clarinete. pero yo lo que quería tocar en un principio era el saxo.
Actualmente, ¿dónde estás desarrollando tu actividad profesional?
Aunque parezca imposible en España, soy músico freelance en Holanda, lo que en España sería un músico autónomo. Mi trabajo consiste básicamente en tocar con orquestas profesionales. Estas orquestas me contratan por proyectos, que suelen durar una semana o dos. Así que normalmente, cada semana o dos semanas estoy tocando con una orquesta diferente. Casi siempre con las mismas: las orquestas del norte y este de Holanda, y puntualmente también con la orquesta Real de la Concertgebouw de Amsterdam. También he dado clases de clarinete en Amsterdam, aunque ahora solo me dedico a tocar en orquesta, mi pasión. El tiempo que me queda lo dedico a un ensemble que tengo para hacer música de cámara.
¿En qué otros lugares has estado como músico profesional?
Tuve la suerte el año pasado de estar de prueba con la orquesta de la BBC de Londres, después de lograr las pruebas pertinentes.
Esta temporada, antes de que todo esto del virus nos afectara a todos, estuve de gira por Colombia con la orquesta de cámara de Royal Concertgebouw de Amsterdam. Cuando vine de esta gira, estuve en otra por Holanda con una orquesta que se llama Pynarello, donde tocamos sinfonías de memoria y sin director.
He estado tocando esta temporada también con la orquesta sinfónica de Amberes, en Bélgica. Y en España, he estado haciendo algunos proyectos con ADDA Sinfónica de Alicante y la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia, donde estuve durante 7 años durante mi paso por la Unidad de Música de la Academia General del Aire en San Javier. Banda militar, la cual accedí cuando tenía 18 años.
Un día normal, ¿qué haces?
Uff! Un día normal? Depende un poco de la semana, porque cada una o dos semanas estoy en un sitio diferente tocando. Pero por ejemplo, si estoy en casa, paso mucho tiempo en esta habitación donde tenemos el estudio, no se ve pero esta habitación la tenemos preparada acústicamente con paneles por todas las paredes y techo. Es el sitio donde podemos estudiar sin molestar a los vecinos y para cuidar nuestros oídos también. Cuando pasas muchas horas tocando nuestros instrumentos, el violín, clarinete o requinto es muy importante cuidarse en ese aspecto.
Cuando estoy fuera tocando, los ensayos son por las mañanas. Después como y por las tardes las dedico a hacer algo de deporte o seguir estudiando si me tengo que mirar algo. Si no tengo ensayos que estoy en casa, las mañanas las dedico a hacer un poco de “oficina”; contestar emails, mensajes, escribir a gente, etc. Estudio clarinete y por las tardes lo mismo, las dedico a mi vida personal y hacer algo de deporte. Normalmente, siempre intento dejarme un día a la semana para hacer algo que no tenga nada que ver con el clarinete o la música, hago meditación e intento cuidar la mente porque creo que es importante.
Has dicho meditación?
Sí! La verdad que para mí es parte fundamental, tanto la meditación como el yoga. A mí me ayuda mucho a aguantar la presión que tenemos en el día a día, para estar calmado, bajar las revoluciones… Pero no solo por mi trabajo, sino en mi vida personal y diaria. Me ayuda mucho y pienso que es una muy buena herramienta para nuestra profesión. De hecho, conforme se va acercando el día de un concierto importante o unas pruebas, estudio menos clarinete y practico más la meditación. Pienso que es muy importante llegar a ese “día D” sin estar pendiente de ese pequeño demonio que tenemos todos sobre nuestro hombro y te dice que esa nota no te va a salir, que te sudan las manos o se te está cayendo una gota por la frente. La meditación te ayuda mucho a quitarte estos pensamientos de encima y simplemente estar presente en el momento y disfrutar de lo que estás haciendo. Por ejemplo, para el concierto que hicimos con la Banda Sinfónica del Ateneo, recuerdo que estuve meditando y visualizando mucho ese concierto. Sabía perfectamente la sala donde iba a ser el concierto, he tocado allí muchas veces. Digamos que en mi mente ya había tocado este concierto muchas veces antes de que, de hecho, se hiciese. Recuerdo que el día del concierto estaba un poco nervioso, pero por otro lado tranquilo porque lo tenia casi todo controlado, incluso casi la gente que iba a acudir!
¿Qué obras y que músicos marcan tu infancia? Qué obras te gustaría interpretar?
Si tuviese que elegir un compositor sería Beethoven. Lo he escuchado mucho, sobre todo sus sonatas para piano. Recuerdo que en mi primer sueldo de ir a tocar a fallas con la charanga me compré una mini-cadena, que me costó 33.000 pesetas! Y en esa mini-cadena empecé a escuchar CD’s, porque en mi casa no hubo un reproductor de CD’s hasta ese momento. Teníamos una colección del diario el Levante de un poco de cada compositor de toda la historia de la Música Clásica. El único CD que escuchaba era el de Beethoven, allí estaban algunas de sus sonatas de piano y la 5a Sinfonía, me tiraba horas y horas escuchando ese mismo CD.
Después, una de las obras que me gustaría tocar, que quizás no sea típica del repertorio sinfónico es Sheherezade, de Korsakov. No sé, de la obra me encanta que esté inspirada en el lejano Oriente y que el clarinete tenga un papel fundamental. De las películas de Disney también era de Aladdín, así que todo el tema del lejano Oriente quizá siempre me ha atraído mucho! :)
De orquestas: Royal Concertgebouw. Cuando estaba estudiando el Superior en Murcia, me pasaron videos de esta orquesta, no sé porqué, supongo que coincidencia. Normalmente siempre son o la Filarmónica de Berlín o la de Viena, pero yo los primeros videos que vi de una orquesta fueron de Concertgebouw. Veía a sus músicos, el auditorio, que es super bonito, su órgano presidiendo toda la sala… Me quedaba alucinado, y una de las razones por las que terminé estudiando en Amsterdam, aparte de que mi maestro es clarinetista en esta orquesta, fue por la orquesta en si. Cuando vi videos más actuales y escuché a mi maestro tocar el requinto en esta orquesta me decidí a estudiar con él. Soñaba muchas veces con tocar allí, y después de algunos años he tenido la suerte de tocar en ese auditorio y después también con la orquesta al lado de mi maestro. Fue como un sueño hecho realidad y le tengo mucho cariño a esa orquesta. Pienso que esto es muy importante cuando la gente está pensando en estudiar fuera, a parte de tener un buen profesor, la elección de una ciudad donde te puedas empapar de esa cultura, donde haya una buena orquesta y un buen ambiente musical y cultural. Ayuda mucho a tu formación.
Volviendo a la pregunta, obras sinfónicas que me gustaría interpretar sería la 2a Sinfonía de Mahler. He tenido la oportunidad de tocar casi todas sus sinfonías pero la que mas me gusta, que es la 2a, no he tenido la oportunidad y me encantaría!
Del repertorio para clarinete me gustaría poder tocar alguna vez el concierto de Mozart. Es una de las grandes obras, pero no solo de clarinete sino de toda la historia de la música clásica. Especialmente este concierto, y no porque sea clarinetista, pienso que es una de las mejores obras jamás escritas.
Me queda la gente que más me haya aportado. Lo que voy a decir no es para hacer la pelota para nada, pero sinceramente creo que la gente que más me ha aportado cuando era pequeño ha sido la gente de casa, del Ateneo. Cuando eres pequeño, y pienso que esa es una de las virtudes que tiene ser Ateneísta, puedes estar en contacto y rodearte de gente profesional ya desde bien pequeño. Vas a los ensayos de la Banda Sinfónica y en los conciertos grandes como el concierto de Navidad, Certamen de Cullera, si ese año se va fuera a algún certamen etc, tienes contacto con esa gente profesional. Cuando era pequeño me quedaba alucinado de saber de dónde venía esa gente profesional y donde estaban trabajando. Yo preguntaba: “dónde está trabajando esta persona, y esta otra?” Y me decían: “pues está en la Orquesta Sinfónica de Madrid, o es el solista de la Orquesta Nacional, o está en la Banda Real, etc. Y yo me quedaba alucinado de que esta gente con la que yo tenía la suerte de sentarme al lado eran profesionales que estaban en orquestas y formaciones de primer nivel en España. Sinceramente, mi primer contacto con el mundo profesional al más alto nivel lo tenía justo en casa. Y eso, cuando eres pequeño es tener mucha suerte.
¿Cuál ha sido el proceso para poder interpretar como solista la obra “II CONCERTO” de Óscar Navarro con tu banda del Ateneo Musical de Cullera?
Este concierto lo propuse yo porque nunca había tenido la oportunidad de poder hacer un concierto de solista con la Banda Sinfónica, y la verdad es que me hacía mucha ilusión. Y bueno, se lo propuse al Maestro Ferrer Ferran y desde el primer momento me dijo que sí. Él me propuso el 1er concierto, pero yo me encapriché con el segundo aunque también me gustaba el 1er concierto. Sin embargo el 2o me parecía un reto más grande y bonito, tanto para mí en este caso como para la banda. También que fuera el concierto del segundo día de Navidad, significaba que habría más profesionales, la banda es más grande y podría “forzar la máquina” un poco para que tocaran ese concierto! La verdad es que estoy muy contento con el resultado :)
¿Qué tal ha sido la experiencia con la banda, la obra, el director, los ensayos, etc.?
Para mí fue una experiencia inolvidable. Salir al escenario y ver en el palco a tu familia, tu pareja, incluso mi Maestro en España al que le debo gran parte de mi carrera profesional y que vino solo para el concierto fue muy especial. En el palco estaba mi familia y la gente importante, pero abajo estaban amigos y gente conocida del pueblo, del Ateneo, etc. Pero es que cuando me giraba para escuchar a la banda en los compases que tenía de espera, estaban mis mejores amigos tocando y era todo una gran sensación. Estaba muy tranquilo en ese aspecto, porque sabía que estaba arropado por toda la gente que aprecio y me iban a dar ese empujón para que yo pudiese dar lo mejor de mí. La verdad fue una experiencia increíble.
Después, los ensayos también son estresantes, claro. Al vivir en el extranjero, sabía que no iba a tener mucho tiempo para ensayar. De hecho, creo que la semana de antes del concierto estaba tocando con la orquesta de Groningen y cuando fui a Cullera hicimos solo dos ensayos. Miramos dos cositas que yo sabía que podríamos tener algún problema y ya está. Luego tocarlo 2 veces de arriba a abajo para que la gente tuviese una impresión de la obra sin parar y yo pudiese ajustar el tema físico y de respiraciones del concierto. Evidentemente había todo un trabajo detrás que comenzó prácticamente 5 meses antes en Agosto cuando conseguí la obra y empecé a leerla sin enfocarme demasiado. Luego poco a poco empecé a analizar la obra, ver detalles y estudiar más a fondo hasta dos semanas antes del concierto, cuando ya la tenía interiorizada y controlada. Como he dicho antes, dos semanas antes del concierto dejé de estudiarla con el clarinete y me dediqué más al tema mental y de visualización. El verme allí haciendo el concierto me ayudó a llegar en un buen estado físico y mental para poder hacer disfrutar a la gente y sobretodo disfrutarlo yo también.
Como anécdota me quedo con las palabras que me dijo Gema nuestra arpista cuando estaba calentando en el escenario antes del concierto. Me hizo un comentario, que me quedo para mí, pero que me dio otro plus para intentar disfrutar aún más del concierto y pensar en lo bonito de nuestra profesión. Todos estos sentimientos intenté transmitirlos a través del concierto.
¿Habías tocado otras veces como solista?
Sí, toqué el 1er concierto para clarinete y orquesta de Weber con la orquesta del Ateneo. Y también lo recuerdo como un concierto muy especial. Estaba estudiando 3o de Superior, evidentemente era otro nivel y tenía otra madurez pero lo tengo como un buen recuerdo.
¿Cuáles son tus proyectos de futuro?
Aunque mi pasión sea tocar en orquesta, es lo que más me gusta y lo disfruto muchísimo, siempre intento hacer música de cámara. Junto a mi pareja hemos formado un nuevo proyecto que se llama OMsemble, ya estamos haciendo algunas cositas por Holanda y el próximo diciembre tenemos un concierto en Cádiz donde inauguraremos el ciclo de música de cámara de Manuel de Falla. Y bueno, quizás esto no debería decirlo, pero estamos hablando con el Ayuntamiento de Cullera para hacer un concierto aquí la temporada que viene, aunque no está cerrado, por eso no queremos poner presión! :)
Por último, ¿te gustaría dedicar unas palabras a todos los que forman la Sociedad del Ateneo Musical de Cullera?
Más que dedicar unas palabras, me gustaría dar las gracias a la Sociedad, la junta directiva, damas del Ateneo, academia, socios y músicos, etc. Porque pienso que todos los músicos, tanto profesionales como amateurs, le debemos mucho a la Sociedad. Es el primer paso y un canal para, por ejemplo en mi caso, cumplir mi sueño que era tocar en una orquesta sinfónica. Gracias al Ateneo yo lo he podido conseguir, y pienso que eso es de un valor incalculable para todos los niños que ahora están estudiando en la Sociedad. Creo que esta es una buena iniciativa para que los niños vean a la gente de casa que está por ahí y que se puedan ilusionar con la gran suerte que tenemos todos de formar parte de esta Sociedad con mas de 120 años. Así que animo a todos a que sigan trabajando y aportando para seguir siendo grandes!
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